Pedaleando bajo la lluvia

Pedaleando bajo la lluvia

Pedaleando bajo la lluvia 1200 754 David Casalprim

Pedalear bajo la lluvia no es un deporte, sino una realidad con la que a mundo hay que convivir.

Disponemos de complementos que pueden facilitar ir en bici de forma segura y minimizando los riesgos derivados de este fenómeno meteorológico.

Aunque el otoño en el área mediterránea se reconoce por ser la época de lluvias, el  cambio climático ha alterado este ciclo estacional.

Ir en bici cantando bajo la lluvia con un paragua no es la mejor manera de afrontar este fenómeno meteorológico sobre pedales.

En España la media de días lluviosos varía entre 30 y 90 días al año, dependiendo de nuestra región geográfica.

Algunos ciclistas temen a la lluvia, mientras que otros la aprecian como algo con lo que convivir sin miedo.

Evidentemente en los países de la Europa húmeda la lluvia está bien integrada en lo cotidiano, algo bien diferente en nuestro país, donde incluso a veces una simple lluvia torrencial paraliza una ciudad o una región.

Pedalear bajo la lluvia no es un deporte sino una realidad con la que convivir. A nuestra disposición hay complementos que pueden facilitar ir en bici minimizando los riesgos de este fenómeno meteorológico.

Ante todo lo importante de ir en bici en condiciones meteorológicas adversas es la seguridad.

El impermeable

Esta pieza de vestir es obvia que es imprescindible para los días de lluvia. Los hay de muchos tipos, el poncho permite cubrir al ciclista y la bici.

Pero también es imprescindible una gorra debajo de la capucha del chubasquero si este no incorpora una de rígida.

Uno de los modelos de poncho para protegerse de la llúvia de Vaude que puedes encontrar en Espaibici.

La gorra es tan esencial como el impermeable. Si este evita mojarnos la ropa que vestimos la gorra nos ayuda a mantener una buena visión.

Si el ciclista usa gafas, la gorra reduce que los vidrios de las gafas queden anegados y nos dificulten la visibilidad. Algunos impermeables llevan una visera de plástico, pero esta debería ser rigida, como en las gorras de tela.

Si el ciclista usa casco, entonces la gorra se pone debajo del casco, pero si uno es previsor se compra un casco que permite como complemento la visera.

De chubasqueros hay de muchas marcas y modelos. En Espaibici hemos apostado por los productos de Vaude, una marca que nos merece toda nuestra confianza.  Los más útiles son los tipo capelina o poncho con o sin brazos.

Neumáticos adecuados y guardabarros

En general los ciclistas urbanos no le dan mucha importancia al dibujo de los neumáticos pues por lo poco que llueve en la España mediterránea y central no se aprecia atender a sus características.

Unos buenos neumáticos en una bici urbana facilita que en caso de lluvia tengamos más seguridad.

El gravado de la cubierta de un neumático no es sólo una cuestión estética, sino también un elemento de seguridad.

La mayoría de los fabricantes de neumáticos especifican en sus modelos su adaptabilidad a las superficies mojadas. Sin embargo, es una característica que pocas veces el usuario demanda.

Aunque en nuestra región la lluvia sea escasa, un neumático preparado para la lluvia se convierte en un elemento de seguridad. Lo mismo que mantener la presión del neumático adecuada.

Y lógicamente, unos guardabarros son esenciales para que en condiciones de lluvia no quedemos más empapados y embarrados. Toda bicicleta los debería incorporar, pero aquí hay cuestiones de gusto.

Hay modelos de guardabarros extraíbles, si es que este es un elemento que no apreciamos por alguna razón. También los hay con una estética minimalista.

En Espaibici te ofrecemos una amplia variedad de guardabarros y cubiertas de neumáticos para la ocasión.

Seguridad y velocidad

Evidentemente, la seguridad en tiempo lluvioso, como se anuncia para los vehículos a motor, está condicionada a reducir la velocidad.

Pedalear bajo la lluvia es una actividad que requiere una cierta prudencia.

Sí, también en bici y lluvia hay que reducir la velocidad. Al atravesar un charco pedaleando podemos levantar los pies de los pedales, pero sobretodo la clave está en una velocidad reducida.

Aminorar la velocidad en tiempo de lluvia, especialmente en el ámbito urbano, no sólo disminuye el riesgo de resbalarse y caer, también es imprescindible dado que también nuestra visibilidad se acorta.

Asi que en condiciones meteorólógicas adversas, incluso en ciudad, aparte de los pilotos luminosos obligatorios legalmente, puede ser util colocar un elemento reflectante extra. Así, por ejemplo, podemos valorar un chaleco reflectante colgado con unas pinzas en el chubasquero.