Desde el inicio del otoño hasta bien entrada la primavera es una buena época para salir a descubrir rincones olvidados y llenos de magia como los que ofrecen la comarca de la Litera y la Ribagorza.
Las rutas en bicicleta permiten adentrarse en cualquier el paisaje a la velocidad de las mariposas y degustar plácidamente cada una de las escenas que estas nos proponen.
Dos comarcas con buenos pedales
Las comarcas de la Alta Litera y la Baja Ribagorza son dos zonas que ofrecen escenarios espectaculares. Paisajes para recorrer donde el pedaleo sin prisas nos permite dejarnos atrapar por las curiosidades que todo camino siempre ofrece.
A veces es naturaleza portentosa, otras cachitos de historia y siempre con anécdotas que te cuentan los paisanos de la zona. Y en todo ello, la huella humana en la arquitectura, en la forma de vivir que siempre inspira al visitante.
La paradoja de los pantanos
No podemos obviar que se tratar de un territorio que sufrió la despoblación por la paradoja que los pantanos que aportaban prosperidad energética para el país, era a su vez la cuerda ahoga la supervivencia de la gente de la zona.
La construcción de los pantanos de Cañelles y de Santa Ana cambiaron en pocos años y de manera traumática la prosperidad de los pueblos de la zona, en parte porqué se les da la espalda después de haberles saqueado sus recursos.
Los pantanos de Canelles y de Santa Anna cambiaron en muy pocos años. Un ejemplo ilustrativo es el de la población de Caserras del Castillo. En tan solo 50 años el pueblo pasó a ser el núcleo habitado más importante de la Ribagorza a ser un conjunto de ruinas donde no queda ni una casa en píe. O el de Estaña donde hoy sobreviven apenas cinco familias.
La magia del paisaje en ruinas
Triste son a veces los destinos, pero la historia es a veces implacable y sin piedad. Sin embargo, el abandono, la labranza perdida, también lo ha convertido en un territorio aparentemente aislado donde perderse en bici es mágico.
Un estilo marca el entorno, el de pueblecitos asentados en lo alto de una colina, habitualmente culminados por las ruinas de antiguos castillos.
Patrimonio histórico que fue escenario en épocas gloriosas, cuando corrían los tiempos medievales, de constantes batallas entre moros y cristianos.
Así lo atestiguan los entornos de los pueblos como Estopiñán o Pilzán. A día de hoy, todos ellos están enlazados por carreteritas asfaltadas o pistas forestales medio abandonadas donde sacarle provecho a una Gravel.
Rincones que no se olvidan
A medida que el pedaleo se adentra en la región tranquilamente vamos descubriendo perlas escondidas.
El desfiladero de Baldellou es uno de ellos, este congosto es un pequeño paraíso natural de imponentes y enderezadas paredes calizas.
En el fondo del congosto los frondosos bosques de quejigo y encina, en su parte superior, y pinares en su parte inferior, tapizan el riachuelo que lo atraviesa.
Estos hábitats rocosos son el hábitat de rapaces protegidas como el águila real, el buitre, los milanos, el alimoche, el halcón peregrino etc.
Pero para los amantes de la botánica y la flora, estos riscos son también donde viven plantas rupícolas como la corona de rey o la oreja de oso.
En la ruta podremos detenernos frente a los reflejos acuosos pueden extasiarnos esto es en las lagunas de Estaña. Son un conjunto de lagunas de tipo kárstico.
Este tipo de lagunas son una formación que tiene que ver con la geología de la piedra calcárea. Esta ha creado un sistema de galerías subterráneas y hundimienetos que crean estas peculiares lagunas cársticas. El conjunto está formado por tres estanques que suman entre todos unas 20 hectáreas.
Todos ellos son espacios en los que poner un pie en el suelo y disfrutar unos minutos de estos lugares sin estar pendientes del reloj son un regalo de estas bellas comarcas de montaña.
Os dejo por aquí un enlace de Wikiloc para hecharle un vistazo a la ruta: https://ca.wikiloc.com/rutes-gravel-bike/la-llitera-87538793