Esta no es una reseña técnica sobre la Surly Midnight (para esto hay especialistas que lo hacen muy bien) sino la vivencia de un usuario de esta bicicleta y de como este llegó a ella.
Ernesto es un colaborador de Espaibici, su testimonio u opinión desde la vivencia de elegir una Surly Midnight nos parece que es inspiradora y por ello agradecemos su colaboración.
La elección
Tras muchos años subido en muchas bicis de carretera, sentía que una parte de mi empezaba a oxidarse principalmente por dos motivos.
En primer lugar, la excesiva especialización de las bicicletas, que te ancla exclusivamente a carreteras impecablemente asfaltadas.
Cuantas veces no hemos oído: “No vayamos por esa carretera porque está llena de baches”, a pesar de que posiblemente sea más atractiva y libre de tráfico.
Salir de la presión comercial
Por otro lado esta tendencia comercial desde hace ya unos años de las marcas por intentar vendernos bicis cada vez más caras con cualidades que realmente no necesitamos.
De hecho nos prometen cualidades como la durabilidad o resistencia de los materiales, pero las bicis cada vez duran menos y son más frágiles.
Sinceramente, estoy persuadido que el concepto de la obsolescencia programada también ha llegado al mundo ciclista. Y no soy el único en pensarlo.
¿Es quizás un cambio de ciclo en el mercado? En el mercado no lo se, pero en mi, seguro que sí.
Buscando la bicicleta que me satisfaciera
Con todo lo anterior en mente, era obvio que las principales cualidades que buscaba en una bicicleta eran la durabilidad y la polivalencia.
Las infinitas vidas del acero hacían que una bici de ese material fuera una inversión de por vida, pero sobre todo que pudiera evolucionar contigo.
No se trata sólo de que satisfaga las preferencias de cada momento o de cada etapa de mi vida. Así que busqué una bici que me permitiera esta condición.
Es ahí donde veo la gran evolución de bicis como la Surly Midnight Special. En seguida percibí que esta bici me permitiría salir con mi grupete de amigos de toda la vida, y rodar por pistas tranquilas después de trabajar.
Pero también valoré que fuera una bici en la que pudiera cargarle con bolsas, o engancharle un carrito para un crío, o un perrete, con solo un cambio de cubiertas, de desarrollos, o incluso de tamaño de llanta.
Una bici que encajaba conmigo
Y no lo voy a negar, había un factor más que me atrajo de esta bici cuando la conocí en una reseña de ConUnParDe Ruedas.
En seguida percibí que encajaba mucho conmigo y se adaptaba a mi momento vital. Una bici que cumplía con aquello de ser una bici que se ríe en la cara de todo lo que sabemos de bicis de carretera hasta ahora.
Nunca he considerado que yo tenga una especial sensibilidad a las distintas cualidades de una bici, como puedan ser las diferencias entre geometrías, rigidez, reactividad, etc.
Es más, la mayor parte de las veces no puedo evitar no creerme las opiniones. Muchos afirman sí tener esa sensibilidad, pero a mi me parece que simplemente me están soltando lo que han leído en cualquier review de internet. Lo importante es en una opinión haber vivido la experiencia…
Sin embargo, y a pesar de mi falta de sensibilidad hacia los detalles de diseño, ha habido algunas cualidades que siento cada vez que salgo a rodar con la Surly Midnight Special.
La dulzura y ligereza del acero
La dulzura que transmite un cuadro de acero no tiene nada que ver con la rigidez del aluminio o del carbono. Con cubiertas rodadoras de 43 mm a la presión adecuada rueda igual de bien como con una cubierta de 25 mm.
En este caso las de 43 mm amortiguan infinitamente mejor las irregularidades, ofreciendo una sensación de rodar sobre moqueta incluso en las carreteras más rotas.
Al mismo tiempo te pide aventurarte en pistas cada vez en peor estado para demostrarte que es un hábitat en el que también se encuentra a gusto.
La ligereza en el manejo sorprende ya que da la sensación de no ser para nada una bici pesada. En todo momento te hace pensar a lo que has tenido que renunciar durante
años cuando el único parámetro que se miraba de una bici era su peso.
La sensación de un lienzo en blanco
Una de las cualidades que más me ha hecho salivar de la Midnight a lo largo de estas semanas es que es un lienzo en blanco perfecto sobre el que dibujar la bici que
uno quiera.
Puedo jugar con diferentes cubiertas y presiones, probar otros platos, o incluso está en mi cabeza hacerme con un segundo juego de ruedas de 650B y cubrir aún más espectro de terrenos diferentes.
Las imágenes y el texto de este artículo es una generosa aportación de Ernesto Pastor de Montañas Vaciás que nos comparte en este espacio y que se lo agradecemos.
sabia elección, las vais a disfrutar muchísimo (nosotros tenemos 1 Midnight Special y 1 Straggler y estamos encantados
y qué bonitas, en negro… elegantes y refinadas
una consulta: nos ha parecido que van con monoplato??? interesante!!! qué desarrollo tienen?
muchas gracias
PD: a ver cuándo las sacamos todas a rodar por estas carreteras tan lindas y solitarias que tenemos!!!
sergio & amelia
http://www.conunparderuedas.com