Preparar una bici para volar, es decir, para que pueda viajar en la panza de un avión no es nada fácil.
Siempre es una alegría poder ser de utilidad al cicloturista que con sus máquinas se abren camino a la velocidad de las mariposas y con mínima huella de carbono.
Para ello se necesita una caja de cartón. Algunos cicloturistas visitan las tiendas de bici para conseguirlas.
Hace unos días aterrizó en Espaibici, Amy, una profesora de biología ambiental de la St. Edward’s faculty de Austin (EUA) que ha estado, junto a su marido Adam, viajando por la cornisa norte de España y Portugal en bici.
Amy nos visitó para que le suministráramos una caja para volar de Barcelona a Nueva York de vuelta a su país.
Una de las principales angustias del cicloturista es preparar la bici para meterla en la bodega del avión para que vaya protegida.
Su pequeña aventura nos ha servido para preparar este paso a paso ilustrado de como procedimos para meter la bici de cicloturismo con ruedas de 28 pulgadas.
Los componentes que hay que desmontar
El primer paso fue sacar los enseres que llevaba en el portabultos y luego sacar los pedales de su bicicleta, una Tricross Specialized.
Quitando los pedales y el manillar, los dos componentes para facilitar que el cuadro de la bici sea fácil de colocar dentro de la caja.
A continuación el otro componente que hay que sacar es el manillar. Este queda atado por los cables de freno y del cambio pero esta operación nos permite colocarlo paralelo al cuadro de la bici.
Y finalmente, extraímos la rueda delantera y el sillín. De esta manera teníamos el cuadro ocupando el mínimo espacio y que a la llegada sea fácil de ensamblar y poder salir pedaleando del aeropuerto.
La idea inicial de Amy
En un primer momento Amy pretendía obtener la caja de cartón para poderla plegar y después con cinta adhesiva armarla en el aeropuerto.
Amy depositando ya la bici en una caja de 1,5 m lo cual le permitirá que al llegar a destino la pueda armar en un periquete.
De esta manera podía viajar al aeropuerto en bici. Sin embargo, en el caso del aeropuerto de Barcelona no era para nada aconsejable. Además al doblegar el cartón este pierde rigidez.
La bici de cicloturismo perfectamente encajada reciclando el embalaje de una bici nueva.
Así que la opción de encajar la bici en la tienda y luego llevarla a su hospedaje con una carretilla fue aceptada como la más recomendable.
Con esta opción además pudo colocar dentro la caja utensilios varios de la bici que se evita facturar con su equipaje básico. La caja medía 150 cm de largo, 80 cm de alto y 25 de ancho.
Felizmente, la caja con la bici viajó hacia el aeropuerto con seguridad y en transporte público. Una pequeña aventura compartida por otras bicis como la caja que se observa en la cola de facturación al fondo de la foto de la derecha.
A diferencia de viajar en tren o bus que exigen una bolsa flexible en el avión es mejor encajarlas. Por supuesto siempre se considera equipaje especial que paga su billete aparte. Pero sin duda es la mejor opción.
Amy y Adam pedaleando por un túnel ciclista cerca de Laredo. Foto: Adam Greenfield.
